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Arquitectos: Toyo Ito & Associates
- Área: 18149 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Patrick Lopez Jaimes / Danstek, Luis Gordoa
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El solar, de 5 ha, se ubica a 7 km aproximadamente del centro de la ciudad de Puebla, en la intersección del Boulevard de Atlixcayotl y la Avenida de las Torres. Actualmente, el acceso al lugar puede hacerse mediante automóviles, autobuses del sistema de transporte público o bien haciendo uso de un circuito de ciclovías que conecta el Museo con otros parques y espacios públicos de la ciudad. El estacionamiento se organiza en 2 niveles en el lado oriente del Museo y dispone de aproximadamente 440 cajones, estacionamiento para 4 autobuses, 42 motocicletas y 50 bicicletas.
Para enmarcar la fachada principal del Museo se ha diseñado una gran plaza que recibe a los visitantes. Esta dispone de una circunvalación de descenso de pasajeros tanto de autobuses como de automóviles, bancos y pendones de información de las exhibiciones. También hay unas gradas para recibir grandes grupos de visitantes donde pueden escuchar explicaciones sobre el museo y una marquesina de entrada que acogerá y resguardará al visitante en caso de esperar para acceder al Museo. Será en esta fachada donde se proyecten por la noche imágenes relacionadas con las exhibiciones del momento e iluminen el Museo para que destaque desde la distancia.
El edificio, de 19.52 m de altura en su punto más álgido, se encuentra elevado 2 m respecto al terreno original. De esta manera es reconocible fácilmente desde estas dos vías, funcionando a modo de hito. El MIB dispone de dos niveles sobre rasante. La superficie total construida es aproximadamente de 18.149 m², de los cuales 9.855 m² corresponden a la planta baja, 7.316 m² a la planta alta y 978 m2 a la planta mezzanine. La estructura, compuesta por muros y losas, se ha desarrollado conjuntamente con la empresa mexicana DANSTEK, especializada en fabricación de concreto precolado. Los muros constan de una parte precolada (exterior), y otra parte colada en sitio (interior). La parte precolada, conformada por dos caras de 65 mm de concreto blanco a modo de sandwich, hace la función de encofrado perdido y al mismo tiempo permite controlar el acabado final; la parte interior, colada en sitio con concreto gris, sirve para coser las piezas con armado de refuerzo, haciendo en su totalidad un muro monolítico.
El acabado es aparente con una leve textura (buzardeado) para que su acabado sea perfecto, y se puedan reparar daños e imperfecciones causadas en obra. Estructuralmente funcionan a modo de muros de carga, de 36 cm de grosor en total, incluyendo los dos paneles precolados. Las losas, que son aligeradas con unas esferas huecas de polietileno reciclado (PET) en su interior, tienen un espesor de 70 cm en la mayoría de los casos y son semi-prefabricadas con una prelosa, para que sea más fácil y rápida su puesta en obra.
Como parte de la estrategia estructural, y a pesar de ser un edificio que se extiende horizontalmente, el Museo se compone de un único volumen totalmente rígido, lo cual ayuda mucho a la resistencia contra los terremotos. La cimentación transmite las cargas verticales sobre el terreno de relleno de tierras compactadas. La cimentación se construyó a modo de zapata corrida, y adapta su profundidad según los requerimientos de los espacios exteriores.
En la planta baja se distribuyen las funciones relacionadas con el espacio expositivo. Entrando al edificio nos encontramos con el vestíbulo de entrada, desde el cual se puede acceder tanto a las salas de exposición del museo, al auditorio como al segundo nivel. En este se ubican las taquillas, el guardabultos, la tienda y un punto de información. También en esta zona podemos disfrutar de unos grandes bancos diseñados por el atelier japonés de Kazuko Fujie, que se desarrollaron en colaboración con artesanos textiles de Hueyapan, Puebla. Este hall se comunica con el vestíbulo de las exposiciones, desde el cual se puede acceder a la exposición permanente y las exposiciones temporales. La exhibición permanente contempla una visita de 8 salas expositivas, cada cual con una temática diferente que permiten tener una amplia visión de las diversas facetas que abarcaba el barroco, desde el arte, la arquitectura, el teatro, la música, la literatura y hasta la influencia del barroco en la vida cotidiana. Estas 8 salas, más una terraza exterior desde donde se tienen unas bonitas vistas sobre el lago y el parque, se encuentran rodeando un gran patio interior de 1.800 m², donde el visitante podrá descansar de la visita cuando lo necesite. Dominando este espacio se encuentra una gran fuente de agua cuyo motivo es el remolino. En el Barroco, el agua en movimiento es un tema recurrente; en el MIB es una metáfora que expresa el lugar de la génesis del Museo.
La exhibición temporal se dispone en 3 salas contiguas, de manera que podrían fusionarse los espacios a conveniencia, en una gran sala de 1.200 m², en una sala pequeña de 400 m² y una mediana de 800 m², o en tres salas de 400 m² cada una. La altura libre de estas salas es de 6.50 m. En esta misma planta se ubica un auditorio que dispone de un aforo de 312 personas, situado de modo que pueda usarse de manera independiente y en horarios diferentes a los del área expositiva para dar servicio a otros usos culturales.
En la planta alta se disponen las salas relacionadas con la investigación, educación y difusión del Arte Barroco. Aquí el visitante puede observar el proceso de restauración de las obras de arte barrocas, consultar documentos originales en la biblioteca especializada, aprender jugando sobre el Barroco (tanto niños como adultos) en las salas del espacio educativo, o deleitarse de los sabores barrocos en el restaurante con una terraza con vistas al parque. También en esta planta se encuentra el Salón Internacional del Barroco, donde expertos internacionales en esta época se reunirán para simposios; es un espacio que, dependiendo del tamaño y de la naturaleza de los eventos, se puede utilizar en conjunto con el auditorio, situado justo debajo.
Para que las exposiciones que se gesten en este museo sean de carácter fresco e innovador, hemos situado las oficinas del Museo en un lugar privilegiado, en planta alta y con vistas al parque, de manera que puedan disfrutar de su creatividad desde este espacio de trabajo.
En el lado oriental del edificio se sitúan las áreas de servicios internos del museo. Aquí se ubican en la planta baja, la zona de carga y descarga, la bodega de tránsito y el cuarto de cuarentena; y en la planta alta, la bodega de colecciones, el taller de restauración, los talleres y la bodega de museografía. Estos dos niveles están comunicados mediante un montacargas de dimensiones 7x4m y 4m de altura, con capacidad de 12 T.
Todas las salas que dispongan de acervos tienen un estricto control climático separado de las áreas públicas. Cada una de estas salas puede ajustar independientemente tanto la temperatura como la humedad para preservar las obras en condiciones óptimas.
A la hora de diseñar el edificio se han tenido como referencia los requerimientos especiales documentados en la norma internacional del Facility Report, de manera que se garantice la seguridad de las obras en préstamo de otras entidades o museos. Por otra parte, la voluntad del museo es la de buscar la manera interactiva de mostrar una época pasada de forma virtual e innovadora gracias a las nuevas tecnologías.
El MIB será un Centro de reunión cultural, no sólo para México sino que tendrá ambición internacional; será aquí donde se intercambien pensamientos y reflexiones de gente de todo el mundo. Este equipamiento cultural se sitúa en una línea atemporal como polo de atracción en el mundo y será motivo de orgullo para los poblanos.